Boeing 787 Dreamliner: un historial de desafíos técnicos bajo la lupa tras el primer accidente fatal
El accidente de un 787 de Air India pone el foco en los persistentes desafíos de fiabilidad y calidad que el modelo enfrentó desde su inicio.
El trágico accidente de un Boeing 787-8 Dreamliner de Air India en Ahmedabad este 12 de junio, el primer siniestro con pérdida de casco y víctimas fatales para el modelo, obliga a realizar una revisión de su historial operativo.
Si bien el Dreamliner mantuvo un récord libre de accidentes fatales por casi 14 años, este periodo no estuvo exento de serias dificultades técnicas, problemas de fiabilidad en sus motores y deficiencias sistémicas en su fabricación que requirieron constante intervención regulatoria.
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La primera gran alarma: la crisis de las baterías
El primer gran desafío para la reputación del 787 Dreamliner ocurrió a principios de 2013, poco más de un año después de su debut comercial. Dos eventos de sobrecalentamiento severo en las baterías de iones de litio de la aeronave, una tecnología innovadora pero con riesgos inherentes de fuga térmica, encendieron las alarmas a nivel mundial.

El 7 de enero de 2013, una batería en un 787 de Japan Airlines (JAL) se incendió mientras la aeronave estaba en tierra en el aeropuerto Logan de Boston. Nueve días después, un 787 de All Nippon Airways (ANA) realizó un aterrizaje de emergencia en Japón tras una alerta y presencia de humo en cabina, también originado en una batería.
Estos dos incidentes llevaron a la istración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) a tomar la drástica medida de inmovilizar toda la flota mundial de 787, una acción que fue replicada por autoridades aeronáuticas de todo el mundo. La investigación del NTSB determinó que un cortocircuito interno en una celda de la batería causó una fuga térmica en cadena, pero la causa raíz precisa de ese fallo inicial nunca se identificó con certeza. Para volver a poner la flota en servicio, Boeing diseñó un sistema de contención de acero reforzado para mitigar los efectos de un fallo, en lugar de eliminar su causa fundamental.
El Historial del 787
- ¿Cuál fue el primer gran problema del Boeing 787? La crisis de las baterías de iones de litio en 2013, que provocó la inmovilización de toda la flota mundial durante varios meses por riesgo de incendio.
- ¿Tuvieron cuestionamientos de fiabilidad los motores del 787? Ambas opciones de motor, el Rolls-Royce Trent 1000 y el GE GEnx, presentaron problemas de fiabilidad distintos, desde desgaste prematuro y corrosión hasta vulnerabilidad al hielo y fallas de componentes.
- ¿Qué problemas de fabricación tuvo el Dreamliner? Se reportaron deficiencias en el ensamblaje del fuselaje, la fabricación de estabilizadores y, de manera notoria, el uso de piezas de titanio de calidad inferior por parte de un proveedor en la cadena de suministro.
Fiabilidad de Motores: Un Desafío en Dos Frentes
Ambas opciones de motorización del Dreamliner presentaron problemas de fiabilidad recurrentes que afectaron a las operaciones de las aerolíneas y generaron múltiples Directivas de Aeronavegabilidad (ADs).
- Rolls-Royce Trent 1000: Esta motorización fue particularmente afectada por el desgaste prematuro y agrietamiento de los álabes del compresor de presión intermedia (IPC). Estos problemas de durabilidad forzaron a aerolíneas como Air New Zealand, British Airways y Virgin Atlantic a dejar en tierra parte de sus flotas de 787 durante largos periodos para realizar inspecciones y reemplazos, generando un fuerte impacto operativo. La Agencia de Seguridad Aérea de la Unión Europea (EASA) continuó emitiendo directivas sobre estos motores, como una de junio de 2024 relativa a riesgos en el compresor de alta presión.
- General Electric GEnx: La alternativa de GE tampoco estuvo libre de inconvenientes. El motor GEnx mostró vulnerabilidad a la formación de hielo en cristales a gran altitud, lo que podía ocasionar pérdidas temporales de potencia. Además, el NTSB investigó fracturas en el eje del fan (fan midshaft) y, en mayo de 2024, un 787-9 de United Airlines sufrió una presunta falla incontenible de motor poco después de despegar de Singapur, un evento que está bajo investigación de la FAA.
Calidad y Producción: El Talón de Aquiles Sistémico
Quizás el tema más preocupante y persistente en la historia del 787 es el relacionado con las deficiencias en el control de calidad y la producción, tanto en las propias instalaciones de Boeing como en su extensa cadena de suministro global.
Se detectaron no conformidades en el ensamblaje de las secciones del fuselaje, específicamente en el uso de cuñas (shims) para rellenar espacios, lo que podría comprometer la integridad estructural a largo plazo. También se identificaron problemas en la fabricación de los estabilizadores horizontales.
El caso más alarmante fue el escándalo que involucró a un proveedor italiano, MPS, que suministró durante años piezas de titanio de una aleación incorrecta y de menor resistencia para componentes estructurales críticos. Estas piezas fraudulentas ingresaron a la cadena de producción a través de Leonardo, uno de los principales socios de Boeing, afectando a casi 500 Dreamliners en servicio.
Estos problemas de calidad no son solo cosa del pasado. En junio de 2025, un Boeing 787-9 recién entregado a American Airlines presentó múltiples fallas técnicas que llevaron a la cancelación de varios de sus primeros vuelos comerciales, evidenciando que los desafíos para entregar aeronaves libres de defectos persisten.
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